jueves, 18 de octubre de 2012

Estratosférico. Ulstrasónico. Publicitario

A estas alturas todos conocemos ya la increíble hazaña que el pasado domingo 14 de octubre realizó el especialista austriaco en deportes de riesgo Felix Baumgartner. Todo un récord en lo que a los límites del ser humano se refiere. Pues bien, lo que viene a continuación es un resumen de dos  artículos que ven de forma muy distinta esta acción "imposible". Uno de ellos aparece en El País; el otro, en La Nueva España.


"No es un anuncio, es una publicidad impagable". Rosario G. Gómez y Paloma Marín, las autoras de este artículo, ven el salto estratosférico más como una hazaña publicitaria que deportiva. Aseguran que la publicidad convencional ya no causa los efectos deseados y que, por tanto, es necesario desarrollar nuevas ideas. En este caso, el modelo de publicidad empleado por Red Bull es un branded content, una fórmula que integra la marca en el contenido. Aún así, Red Bull recalca que su intención ha sido solo patrocinadora, y añade que su estrategia ha sido desde siempre impulsar a los deportistas y sus proezas. Sea como fuere, lo cierto es que Red Bull corrió el riesgo de que el reto no saliera bien, pero tuvieron suerte, y su repercusión social aumentó muy positivamente.


Visión de El País: salto de Baumgartner como excusa publicitaria.
---
"Física tras el gran salto". En este artículo, Vicente Montes analiza la hazaña estratosférica desde un punto de vista científico. El ascenso continuo del globo fue posible gracias a que su gas interno era más denso que el aire que lo rodeaba. El principal peligro que corría Baumgartner era, más que los cambios de temperatura, los cambios de presión, por eso fue muy importante el hermetismo de la cápsula y, posteriormente, la presurización del traje del saltador.
        Con respecto a la superación de la velocidad del sonido, esta se produjo por la gran altitud a la que se encontraba el saltador, pero no porque con ello consiguiese más velocidad, sino porque en las capas altas de la atmósfera, al existir menos presión, la resistencia del aire es casi inexistente. 
        La caída no fue tan simple como puede parecer, pues los giros durante el descenso podían resultar muy peligrosos, incluso mortales. "No fueron pocos dice Vicente Montes los riesgos que asumió Baumgartner en una hazaña más mediática que otra cosa, aunque fuera una excusa perfecta para asistir a una buena lección de física básica".


Visión de La Nueva España: salto de Baumgartner como excusa para la investigación física.

No hay comentarios:

Publicar un comentario